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Estoy enamorada, estoy enamorado, pero temo perder su amistad si me dice que no


En primer lugar… ¡enhorabuena! Enamorarse es bello y es quizá el comienzo de una gran historia de amor. Queremos recordarte las características del enamoramiento, que no es lo mismo que el amor. Entender estos términos te ayudará a tomar decisiones que se adapten a cada circunstancia. El enamoramiento es el paso siguiente a la atracción y al deseo inicial que puedes sentir al ver y/o conocer un poco a alguien. La atracción, el deseo y el enamoramiento son sentimientos que “te ocurren”, por eso decimos que son pasivos. Son rápidamente cambiantes y pueden ser pasajeros. Es bueno que sepas que el enamoramiento hace que tiendas a ver solamente cosas positivas en la persona de la que te enamoras; no percibes fácilmente sus defectos… ¡y ya sabes que todos tenemos defectos! Pero no debemos pensar que el enamoramiento es malo. En realidad es algo bueno, porque te ayuda a querer acercarte a alguien para conocerle mejor. Puede ser la “puerta de entrada” a un posible amor duradero. Por eso debes alegrarte de estar enamorado/a.

Es natural que estando enamorado/a de alguien quieras estar más tiempo con esa persona, conocerla mejor. Y conforme vayas conociéndola, te plantearás “salir con esa persona”.  El objetivo de salir con alguien en una “relación romántica” o “de pareja” es, precisamente, confirmar que entre los dos podéis construir un proyecto de futuro apasionante, duradero. Se trata de irse dando cuenta, juntos, de que queréis llegar al compromiso de unir vuestras vidas para siempre y, fruto del amor, poder empezar una familia.

Algunos se preguntan cuándo es el mejor momento para proponerle a alguien “salir”. Hay quienes se plantean hacerlo inmediatamente después de darse cuenta de que esa persona les gusta, que les atrae. El problema es que si haces eso puedes acabar saliendo con personas con quien no compartes cosas que son importantes para ti. Lo más probable es que pronto termines “cortando” la relación y puedes pasar de una relación a otra sin pensarlo mucho. Al final, tanto cambio de pareja y decepción puede afectarte negativamente. Por el contrario, hay quienes quieren controlarlo todo y estar totalmente seguros antes de salir con alguien. Pero tampoco parece la mejor opción. Se sale con alguien precisamente para ir descubriendo que una relación puede tener futuro y llegar al compromiso vital del matrimonio. Por lo tanto, no es necesario tener una seguridad total antes de salir con esa persona, porque precisamente necesitáis salir juntos en diferentes situaciones antes de llegar a ese grado de seguridad. Así, parece que la mejor opción es el término medio. Una vez que te gusta alguien y vas sintiendo que te enamoras de esa persona, y antes de salir con ella como pareja, detente un poco a pensar si compartís un mínimo de principios y valores que para ti sean cruciales en la vida. Si es así, puede ser el momento de empezar a salir para conoceros mejor y ver si efectivamente aquello progresa y mejora para construir juntos una historia de amor sólido.

Por otro lado, muchos jóvenes tienen miedo a perder una amistad en el caso de que la persona de la que se están enamorando no quiera pasar al nivel de “relación romántica”. Es verdad que al proponerle a ese amigo o amiga tener con una relación más personal y romántica se pueden dar tres opciones: que la relación se acreciente y sea la puerta al amor que tanto anhelas; que después de intentarlo un tiempo, veáis que no sois el uno para el otro o simplemente que no quiera salir contigo. En los dos últimos casos, el temor es que la amistad termine enfriándose e incluso ya no sea posible ser amigos. Es verdad que al dar el paso de salir con alguien, siempre va a existir un cierto riesgo en este sentido, pero recuerda que estás buscando algo grande, formar una pareja con esa persona que te gusta y de la que te estás enamorando. Lo que ambos os planteáis es más que “ser su amigo” “ser su amiga”. No siempre es fácil estar seguros de que la otra persona corresponderá a lo que tú sientes, pero “salir con alguien”, empezar una relación romántica, es el paso natural que suele dar una persona enamorada. De lo contrario, también corres el riesgo de “perder” a esa persona si otra acaba queriendo salir con ella. Quien quiera estar muy seguro puede esperar un poco pero tampoco es aconsejable hacerlo demasiado, especialmente si ya se dan entre ambos las condiciones mínimas que hemos descrito. Cierto riesgo es inevitable. Si intentas salir con esa persona y no tienes éxito, o si, al intentarlo ambos os dais cuenta de que no sois el uno para el otro y decidís cortar, afectándose también la amistad, piensa que de todas maneras la experiencia habrá valido la pena, que la vida sigue, que te habrá servido para aumentar tu madurez y que ya tendrás más oportunidades para conocer a otra persona que te corresponda.

 

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